Esta iniciativa, desarrollada por una alumna en prácticas del Master en Arteterapia y Educación Artística para la Inclusión Social de la Universidad Complutense de Madrid, se plantea como parte de todo el trabajo que realizan diariamente los profesionales del centro. Es una aportación más para el bienestar de la persona implicada y para el grupo. Los 29 jóvenes que han elegido participar en ella, se organizan en 4 grupos con sesiones semanales de una hora y media. En ese tiempo, aparte de la creación artística en sí, van surgiendo situaciones relacionadas con la experiencia creativa y el autoconocimiento. Si hay algo que debemos saber sobre el Arteterapia es que no trata de enseñar técnicas o entretenerse en hacer cosas bonitas. El Arteterapia es hablar de uno mismo sin necesidad de decir yo, es expresar a través de la obra lo que a veces no podemos decir con palabras, es comprender y equilibrar emociones, descubrirnos, abrir los sentidos, aprender a mirarnos y a mirar a los demás, es también tomar decisiones. La figura del arteterapeuta es necesaria para desarrollar un lenguaje artístico y ofrecer a la persona una ayuda a través de su producción. Sin su presencia, conocimiento y escucha activa no estaríamos hablando de una sesión de Arteterapia sino más bien de un taller de arte u otro tipo de actividad. Por último decir que en Arteterapia se trabaja con todas las disciplinas artísticas: dibujo, pintura, collage, barro, fotografía, vídeo, teatro, expresión corporal, instalación, performance, danza, sonido, música, poesía, y todo aquello que pueda ayudarnos a conseguir nuestro mayor propósito: mejorar y sentirnos bien con nosotros mismos y con el mundo.

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